Enredando hilos

1- Levantarse bastante dormida.

Espita a tope de actividad mañanera.

 2- Intentar rescatar una muestra de perfume del fondo de una jarrita donde las guardas todas.
 3- Que esa muestra se te resbale de las manos y se estrelle contra el suelo reventando en mil pedazos.

Puahhhhh

4- Agacharte para recogerla.
5- Notar cómo un hongo atómico de perfume emerge del suelo ahogándote y haciendo que te lloren los ojos.

Aj aj aj aj aj aj

6- Salir c*g*nd* leches del baño para tomar aire cerrando la puerta a tus espaldas.
7- Contemplar clausurar el baño para siempre.
8- Rechazar esa opción porque no existe un segundo baño en la casa.

Mmmmmm, no es buena idea...

9- Coger aire y abrir la puerta del baño para que ventile.
10- Encerrarse en el salón poniendo toallas mojadas bajo la puerta.
11- Darse cuenta que tienes mucha sed y que el salón no es la mejor opción para sobrevivir a un asedio prolongado.
12- Envolverte con las toallas mojadas para trasladarse a la cocina.

Corre, Forrest, corre!

13- La nube tóxica ya ha tomado la cocina. Abrir la puerta a la terraza y dejar que la corriente de aire se encargue del resto.
14- Rezar porque no haya demasiadas bajas civiles.
15- Valorar hasta qué punto una descarga masiva de perfume en el medio ambiente puede influir en el cambio climático y/o apocalipsis zombie subsiguente.
16- Cambio climático y/o apocalipsis zombie subsiguente en 3, 2, 1, ya...

Puajjjj apestaaaaaa